Historia del Snooker

El origen colonial del snooker: del ejército británico a los salones europeos

Una mirada al nacimiento del deporte en la India colonial y su expansión hacia Europa, incluyendo su llegada tardía a España.

By Redacción Doctor Del Snooker • 29 de April de 2025, 07:24

El origen colonial del snooker: del ejército británico a los salones europeos

El snooker, como muchos deportes modernos, tiene sus raíces en el contexto colonial británico del siglo XIX. Fue precisamente en la India, donde oficiales del ejército británico, destinados en la ciudad de Jabalpur, comenzaron a modificar las reglas del billar tradicional para crear una variante más compleja y estratégica. Así nació el snooker, con el objetivo de entretenerse en los largos períodos de ocio en los clubes militares.

El término “snooker” era inicialmente un apodo peyorativo para los cadetes novatos, pero con el tiempo se adoptó como nombre del nuevo juego. La popularidad del deporte creció rápidamente entre los oficiales británicos, quienes llevaron consigo la práctica a sus países de origen y a otras colonias. Este movimiento transnacional fue clave en la expansión inicial del snooker fuera de la India.

A diferencia de otros deportes como el cricket o el rugby, el snooker tardó más en consolidarse como disciplina formalizada. Durante años, las reglas variaban ligeramente entre clubes, y no fue sino hasta la creación de la Billiards Association en el Reino Unido que se establecieron normas estandarizadas. Esto permitió organizar competiciones formales a principios del siglo XX.

El snooker encontró un terreno fértil en los salones de juego y clubes sociales británicos, donde se convirtió en símbolo de distinción. Las partidas eran lentas, meticulosas y exigían un control emocional notable, lo que lo distanciaba de deportes más físicos. Su ritmo pausado y la necesidad de concentración atrajeron a un público maduro y profesional.

Con la expansión del Imperio Británico, el snooker se introdujo en países como Sudáfrica, Australia y Canadá, consolidando su presencia en la comunidad de naciones angloparlantes. Sin embargo, en Europa continental la difusión fue más limitada, debido a barreras culturales y a la competencia con otras formas de billar más arraigadas.

En España, el snooker tuvo una entrada tardía. Aunque algunos clubes privados en Madrid y Barcelona ya contaban con mesas desde los años 60, el deporte no alcanzó relevancia hasta las décadas recientes. Parte de esta lentitud se debió a la escasa cobertura mediática y a la falta de federaciones que impulsaran su práctica de forma organizada.

Los primeros torneos en suelo español fueron impulsados por entusiastas que habían descubierto el deporte en el extranjero. Eventos organizados en hoteles y centros recreativos permitieron reunir a jugadores autodidactas que, con pasión y esfuerzo, sentaron las bases para una futura comunidad snookerista nacional.

El crecimiento del snooker en España también se vio favorecido por la transmisión de competiciones internacionales en canales de televisión por cable. Ver a figuras como Steve Davis o Ronnie O'Sullivan inspiró a una nueva generación de jugadores que encontraron en este deporte una alternativa sofisticada al billar americano tradicional.

Actualmente, el snooker continúa en expansión dentro del territorio español. Existen academias, clubes y federaciones regionales que promueven su práctica y formación. La llegada de jugadores nacionales a torneos internacionales ha aumentado el interés del público y ha generado una comunidad cada vez más sólida.

Uno de los hitos recientes fue la celebración de torneos clasificatorios en ciudades como Valencia y Málaga, que reunieron a decenas de participantes de todo el país. Estos eventos no solo promueven la competencia, sino también el intercambio de conocimientos técnicos y tácticos entre aficionados y profesionales.

El legado colonial del snooker aún se percibe en su estética, su reglamentación y su cultura de juego. Sin embargo, cada país lo ha adaptado a sus tradiciones y formas de entender el deporte. En España, esta adaptación ha sido lenta pero firme, con un crecimiento constante basado en el compromiso de jugadores y promotores.

Hoy, el snooker representa una fusión entre historia, estrategia y precisión. Su origen colonial, lejos de ser una carga, es un recordatorio de su viaje global y de cómo un juego nacido en el contexto militar ha logrado encontrar espacio en salones modernos, academias juveniles y competiciones europeas.

Comprender el origen del snooker es entender parte de su esencia: un deporte exigente, elegante y profundamente humano. Desde los bungalows británicos en la India hasta los clubes de Madrid, el snooker ha demostrado ser una disciplina capaz de cruzar fronteras y de capturar la atención de quienes buscan más que un simple juego de bolas y mesa.

Share: