Formación y Consejos
Cinco errores comunes al comenzar en el snooker
Desde la postura hasta el control del taco, exploramos los fallos más frecuentes entre principiantes y cómo corregirlos con práctica y enfoque.
By Redacción Doctor Del Snooker • 4 de April de 2025, 22:14
El snooker es un deporte que combina precisión, estrategia y técnica. Como todo juego de alto nivel, resulta exigente para quienes se inician, y es común cometer ciertos errores que pueden ralentizar el aprendizaje. Reconocerlos y corregirlos a tiempo es fundamental para desarrollar una base sólida y avanzar con confianza.
Uno de los errores más frecuentes entre principiantes es adoptar una postura inadecuada frente a la mesa. Muchos jugadores se colocan demasiado rígidos o, por el contrario, con una postura demasiado relajada. El equilibrio es clave: el peso debe distribuirse de forma estable y el ángulo de inclinación debe permitir libertad de movimiento sin perder control.
El agarre del taco es otro punto crítico. Sujetarlo con demasiada fuerza genera tensión y dificulta la fluidez del tiro, mientras que un agarre flojo puede hacer que el taco se desvíe. La clave está en encontrar un punto de presión intermedio que permita precisión y naturalidad en el movimiento.
La alineación visual también es un aspecto que muchos novatos descuidan. Es habitual que los jugadores alineen el taco con el ojo equivocado o adopten una perspectiva forzada que afecta su puntería. Practicar frente a un espejo o grabar sesiones puede ayudar a identificar y corregir estas fallas.
Otro error común es precipitarse en el golpeo sin completar adecuadamente el movimiento de armado. El backswing, o movimiento hacia atrás antes del impacto, debe realizarse de manera suave y controlada. Omitir este paso genera imprecisión y reduce la fuerza efectiva del disparo.
La impaciencia con la puntería es otro escollo habitual. Muchos principiantes se lanzan al tiro sin tomarse el tiempo suficiente para visualizar la trayectoria y calcular el ángulo correcto. Detenerse unos segundos para observar la disposición de las bolas y anticipar el resultado puede marcar la diferencia.
El desconocimiento de los fundamentos del control de bola es otra dificultad. No comprender cómo afecta el efecto lateral o el seguimiento a la trayectoria posterior puede limitar enormemente la capacidad de posicionamiento. Practicar tiros con diferentes tipos de efecto es esencial para adquirir versatilidad.
Los errores de colocación tras el tiro también son frecuentes. Un buen golpe pierde valor si la bola blanca queda mal posicionada para el siguiente tiro. Aprender a pensar dos o tres movimientos por adelantado es una habilidad estratégica que se cultiva con experiencia y análisis constante del juego.
La falta de práctica deliberada es otra causa de estancamiento. Jugar partidas enteras puede ser divertido, pero para mejorar se requiere trabajar ejercicios específicos que refuercen debilidades. Establecer rutinas de práctica estructurada puede acelerar el progreso de forma notable.
El miedo al fallo también frena el avance. Muchos jugadores temen experimentar o cambiar su técnica por miedo a cometer errores. Sin embargo, el aprendizaje requiere asumir riesgos y estar dispuesto a salir de la zona de confort. Los errores bien gestionados son una fuente invaluable de mejora.
Finalmente, la ausencia de orientación técnica puede hacer que estos errores se perpetúen. Asistir a clases, ver tutoriales de calidad o jugar con oponentes más experimentados proporciona retroalimentación útil. El snooker es un deporte exigente, pero también generoso con quienes se esfuerzan en aprender con humildad y constancia.