Historia del Snooker
Primeras competiciones de snooker en España: un repaso nostálgico
Rememoramos los modestos inicios del snooker competitivo en nuestro país y cómo algunos clubes pioneros marcaron el camino.
By Redacción Doctor Del Snooker • 11 de April de 2025, 02:25
A pesar de que el snooker llegó a España con cierto retraso en comparación con otros países europeos, sus primeras competiciones dejaron una huella imborrable en la comunidad de jugadores. En los años 80 y principios de los 90, algunos clubes privados en Madrid, Valencia y Barcelona comenzaron a organizar encuentros informales que, con el tiempo, evolucionaron en torneos reconocidos a nivel local.
Estas competiciones iniciales se desarrollaban en espacios modestos, muchas veces con material improvisado o mesas de segunda mano adaptadas para simular las dimensiones oficiales. Sin embargo, lo que faltaba en infraestructura se compensaba con entusiasmo. Los participantes eran, en su mayoría, aficionados autodidactas con una pasión auténtica por el juego y una voluntad férrea de consolidar el snooker como deporte en España.
Uno de los torneos más recordados fue el celebrado en 1992 en un centro cultural del barrio de Lavapiés, en Madrid. Con apenas una decena de jugadores, se convirtió en una experiencia pionera donde se establecieron reglas consensuadas y se introdujo el uso de árbitros aficionados. Aquel evento sirvió de punto de encuentro para futuros organizadores y promotores del deporte.
A medida que el interés crecía, comenzaron a surgir pequeños circuitos interclubes, principalmente en Cataluña y la Comunidad Valenciana. Estos encuentros no solo fomentaron la competencia, sino también el intercambio de conocimientos entre jugadores. Se compartían técnicas, se analizaban jugadas y, poco a poco, se fue formando una base común sobre la que edificar el futuro del snooker español.
La falta de recursos no impidió que se vivieran momentos memorables. Algunos partidos eran transmitidos por radios locales o grabados en VHS por los propios asistentes, que luego los distribuían entre clubes para su análisis. Este espíritu colaborativo permitió que el nivel técnico mejorara rápidamente, consolidando el prestigio de ciertos torneos anuales como referencia nacional.
Con el paso del tiempo, y gracias al esfuerzo constante de jugadores y organizadores, se lograron avances importantes. Se crearon federaciones regionales, se consiguió homologación de mesas y se atrajo el interés de patrocinadores. Aquellas primeras competiciones, celebradas entre cafés y gimnasios, pasaron a formar parte de una historia oral que los veteranos aún narran con orgullo.
Hoy, cuando el snooker en España cuenta con presencia internacional y torneos bien estructurados, es justo reconocer el valor de quienes impulsaron sus inicios con pocos medios pero mucha determinación. Las primeras competiciones fueron más que eventos deportivos: fueron manifestaciones de una pasión que se resistía al olvido y que hoy continúa viva en cada nueva generación de jugadores.