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¿Vale la pena invertir en mesas de competición para casa?

Examinamos los beneficios y desafíos de tener una mesa profesional en casa: desde el espacio necesario hasta el mantenimiento y el coste.

By Redacción Doctor Del Snooker • 26 de April de 2025, 12:17

¿Vale la pena invertir en mesas de competición para casa?

Tener una mesa de snooker de competición en casa es una idea atractiva para cualquier aficionado serio del deporte. La posibilidad de entrenar a cualquier hora, sin las restricciones de un club o sala pública, representa una ventaja notable. Sin embargo, esta inversión va mucho más allá del entusiasmo inicial y requiere una evaluación cuidadosa de distintos factores antes de dar el paso.

El primer aspecto a considerar es el espacio físico necesario. Las mesas de snooker profesionales miden aproximadamente 3,6 metros por 1,8 metros, pero eso no es todo. Se necesita un área de al menos 6 por 4 metros para permitir el movimiento del jugador y del taco sin restricciones. En muchos hogares, esta limitación ya representa una barrera importante.

Además del espacio, hay que tener en cuenta el peso de la mesa. Un modelo profesional puede superar fácilmente los 1000 kilogramos, lo que significa que debe colocarse en una superficie estructuralmente resistente. En edificios antiguos o viviendas de varios pisos, esto puede implicar reformas o consultas técnicas adicionales que incrementan el presupuesto.

El coste también es un factor decisivo. Las mesas de alta gama no suelen bajar de los 4000 euros, y a eso hay que añadir el transporte, el montaje por técnicos especializados, y los accesorios complementarios como tacos, bolas, marcador, iluminación y sistema de nivelación. La cifra final puede duplicarse fácilmente si se opta por una instalación completa de nivel profesional.

No obstante, los beneficios pueden ser significativos para quienes están comprometidos con mejorar su nivel de juego. Entrenar en casa permite repetir ejercicios específicos durante horas, trabajar la concentración sin distracciones externas y adaptar el horario de práctica al estilo de vida propio. Para jugadores competitivos, esta autonomía puede marcar la diferencia.

En términos de mantenimiento, una mesa de snooker requiere atención constante. El paño debe cepillarse y plancharse regularmente, las bolas deben limpiarse para evitar marcas, y el ambiente debe mantenerse libre de humedad para evitar deformaciones en la estructura. Ignorar estos cuidados puede afectar drásticamente la durabilidad del equipo.

Otra cuestión es el aislamiento acústico. Las bolas golpeando las bandas o cayendo en los bolsillos pueden generar ruido considerable, especialmente en horas nocturnas. Si el espacio donde se coloca la mesa no está debidamente insonorizado, puede convertirse en una molestia para otros miembros del hogar o incluso para vecinos.

Hay que mencionar también el impacto emocional y social. Una mesa en casa puede convertirse en un punto de encuentro entre amigos, familiares o compañeros de equipo. Fomenta la práctica compartida y crea una cultura del juego que puede motivar a nuevas generaciones dentro del hogar.

En algunos casos, jugadores profesionales han comenzado su camino en mesas instaladas en garajes o sótanos adaptados, lo que demuestra que la inversión puede tener un retorno intangible si alimenta una pasión duradera. La clave está en tener claridad sobre el propósito: entretenimiento ocasional o entrenamiento estructurado.

Alternativamente, existen modelos más pequeños o mesas convertibles que pueden ajustarse mejor a hogares con limitaciones de espacio. Estas versiones no replican completamente la experiencia de una mesa profesional, pero permiten practicar jugadas básicas y mantener el hábito del juego en casa sin comprometer tanto espacio ni presupuesto.

En definitiva, invertir en una mesa de competición en casa es una decisión que mezcla pasión con realismo. Quienes disponen del espacio, recursos y compromiso suficiente encontrarán en ella una herramienta valiosa para avanzar en el snooker. Para los demás, seguir disfrutando del deporte en clubes o centros especializados puede seguir siendo la opción más sensata y efectiva.

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